En esta web hemos estudiado a fondo que son las anginas o amigdalitis, todos los tipos que hay y los mejores tratamientos tanto naturales como antibióticos para cada caso. Te volverás un experto en unos minutos 😉
¿Qué es la Amigdalitis?
Las anginas o amigdalitis es una enfermedad que suele ser bastante común pero que muy pocas personas conocen de forma detallada. La amigdalitis, también conocida como anginas, es la raíz de varios síntomas que atacan al organismo por un tiempo, la cual puede prolongarse según el tratamiento que se le dé, y consiste en que las amígdalas están inflamadas.
Puede afectar a niños y adultos de todas las edades en diferentes periodos del año, aunque los pequeños son los más comúnmente perjudicados.
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La principal palabra relacionada con la amigdalitis es la infección. Una infección es precisamente la acumulación de diversos agentes dañinos en ciertas partes del organismo. En este caso se agrupan en las amígdalas, también conocidas como ganglios linfáticos. Al hacerlo pueden causar innumerables síntomas que varían de persona a persona.
Las Amígdalas son dos masas conformadas por tejido y con una forma similar a un ovalo. Estas se sitúan en la zona posterior de la garganta, una en cada lado, específicamente. Estos ganglios se encargan concretamente de proteger al resto del sistema respiratorio, deteniendo el paso de bacterias y virus. Es por esta razón que es muy fácil que las amígdalas se vean aquejadas, ya que los microorganismos tienden a acumularse en esta zona.
Cada uno de los virus puede ser muy distinto a otros. Debido a esta razón es que pueden haber muchos tipos de amigdalitis, aunque también dependerán de la gravedad con la que se encuentre en el organismo y sus causas principales. Es fundamental tomar precauciones para que esta zona no se vea tan afectada por las bacterias que entran al cuerpo mediante esta vía.
Para muchas personas las amígdalas son una parte del cuerpo innecesaria, sobre todo si presentan constantemente casos de amigdalitis. La verdad es que cumplen una función protectora esencial para evitar enfermedades más graves. Su inflamación o constate infección es una simple señal de que están haciendo su trabajo de protección adecuadamente.
Causas de las anginas o amigdalitis
Lo primero que se debe recordar, antes de hablar de las causas concretamente, es que pueden variar según su tipo. A pesar de esto se han podido determinar ciertas causas que son comunes en la mayoría de los casos de anginas.
Principalmente se pueden dividir las causas de las anginas o amigdalitis en tres grupos específicos, determinados por los tipos virus o bacterias que afectan al cuerpo. En este caso van desde las más fáciles de tratar, hasta los que pueden representar un auténtico problema para el organismo.
Nos volvemos expertos en amigdalitis: Virus variados o respiratorios
Los virus del tipo respiratorios son los más comunes causantes de amigdalitis, es por ello que es la forma en que los especialistas la explican mayormente. Estos suelen identificarse ya que también desencadenan padecimientos como la gripe, alergias y hasta refriados.
Cuando la amigdalitis es causada por este tipo de virus suele ser bastante fácil de tratar aunque pueden confundirse fácilmente con las infecciones bacterianas. Además pueden ocurrir sobre todo cuando hay exposición a temperaturas bajas, por lo que en el invierno se vuelven aún más comunes.
Los Estreptococos pertenecientes al grupo A
Estas son un tipo de bacteria que son muy fáciles de conseguir en el ambiente en general, por lo que muchas personas la tienen en su organismo pero no presentan síntomas. Por este motivo se propagan con mayor rapidez, ocasionando que un 20 % de la población los lleve consigo.
El problema con estas bacterias es que precisamente son silenciosas, por lo que infectan al organismo sin que el paciente se dé cuenta. Pueden ser tan significativas que, de no ser tratados a tiempo, ocasionan anginas u otras enfermedades de mayor gravedad. Además de que los síntomas, como la fiebre, se irán agravando con el paso del tiempo.
Las anginas más graves:
En los casos de amigdalitis más graves pueden ser causadas por virus como el Epstein-Barr desencadenante principal de enfermedades como la Mononucleosis infecciosa, también llamada enfermedad del beso. Este tipo de padecimiento es una de las razones principales por la que existen casos de anginas, sobre todo en los niños.
Cuando la aparición de la infección es por este tipo de causas es cuando hay que tener una mayor atención al tratamiento.
Dependiendo de la prolongación de la gravedad se determinara la forma en que hay que actuar para erradicarla. Aunque algo positivo con respecto a este tema es que es una de las causas menos comunes existentes de las infecciones.
Tratamientos Antibióticos para la amigdalitis
- Lo primero que hay que tener presente es que para determinar el tratamiento antibiótico necesario hay que saber a qué tipo de amigdalitis se padece.
- Esto se debe a que cuando la enfermedad es causada por un virus común no se administran este tipo de tratamientos.
- Los médicos consideran que si esto se hace sin prescripción facultativa el cuerpo puede generar alguna reacción desfavorable en contra de la enfermedad.
En el caso de que las anginas o la infección sean causadas por bacterias si se tomaran las previsiones pertinentes con antibióticos. Pero para enfrentar a la enfermedad no se utilizara cualquier medicamento, hay dos específicamente que serán los más recomendados por ser ideales para luchar contra el padecimiento.
Penicilina para tratar las anginas
- Es la primera opción ante la aparición de las bacterias que ocasionan la amigdalitis. Puede ser usada de manera oral e inyectada, siendo la segunda la más usada en los casos más graves, por su efectividad en poco tiempo.
- Este medicamento se distribuye con mucha rapidez por los diferentes tejidos del cuerpo, siendo ideal para combatir las inflamaciones.
- Para los pacientes menos afectados, comúnmente es recetado durante 10 días y se administrara por vía oral.
- Pero hay pacientes que no tienen buena resistencia ante este formato, sobre todo los niños, por lo que se tiene que recurrir a otras opciones.
Amoxicilina, otra cura de la Amigdalitis
Este medicamento contiene la misma potencia que el anterior para el tratamiento de las anginas. La diferencia más notoria es que su ingesta es mucho más sencilla y que no es tan pesado para el organismo pudiendo consumirse con facilidad.
A pesar de esto debe ser recetado exclusivamente por un médico y bajo el diagnostico pertinente.
La idea de cada tratamiento es que se siga ingiriendo por algunos días, con responsabilidad y sin importar que los síntomas notorios hayan desaparecido. De esta forma se estarán eliminando por completo las bacterias del organismo.
Remedios Caseros para curar las anginas o la amigdalitis
Los remedios caseros también son de notoria ayuda en contra de los diferentes tipos de amigdalitis, sobre todo para aquellas cuyo tratamiento no es mediante antibióticos. Igualmente reducirán los síntomas si se realizan con constancia, evitando tener que sobre saturar el cuerpo con grande cantidades de fármacos.
Gárgaras
Una de las principales ayudas para curar las anginas son las gárgaras. Pueden realizarse fácilmente con agua tibia acompañada con un poco de sal, haciéndolas dos veces durante el día. También pueden trabajarse con bicarbonato de sodio o hasta con limón, en reemplazo del mineral. Es una forma de hacer que la molestia en los ganglios desaparezca notoriamente, atacando la infección de manera directa y reduciendo el dolor.
La canela
Otro tratamiento bastante popular para eliminar las infecciones de las amígdalas son los que utilizan la canela. Se emplean frecuentemente ya que este producto natural evita el desarrollo de las bacterias, junto con el de otros microorganismos asociados al padecimiento. Lo que lo hace un antibiótico ideal en contra de las anginas.
Cómo tomar canela como remedio casero y natural de la amigdalitis
Para aprovechar las propiedades de la canela tan solo debes agregar una cucharadita de la misma en polvo en algunos centímetros de agua caliente. Se puede beber la preparación dos o tres veces al día y prolongar su uso durante una semana aproximadamente para reducir la inflamación y los dolores.
Miel y vinagre de manzana
Tanto la miel como el vinagre de manzana pueden representar un analgésico natural para la cura de la amigdalitis.
Hay que combinar ambos ingredientes con agua caliente e ingerirlo poco a poco, pero sin dejar que se enfrié por completo. Este remedio casero es muy efectivo antes de dormir para reducir las molestias y garantizar un buen descanso en el paciente.
Aunque también puede ser usado en las mañanas para eliminar el malestar general ocasionado por la infección.
Síntomas de las anginas
Con los síntomas de la amigdalitis ocurrirá algo parecido que con los casos anteriores, variaran según el tipo de amigdalitis al que se esté enfrentando. Aunque existen algunos que se presentan más comúnmente que otros.
Hinchazón en las amígdalas
Este es el primer síntoma y uno de los más recurrente e importantes. El aumento de tamaño en la zona de las amígdalas puede observarse muy fácilmente y son señal inequívoca de que se está en la presencia de una infección.
Molestia en la garganta
Este síntoma causado por la anginas puede variar entre un dolor recurrente e intenso, hasta una simple molestia. En cualquier caso debe determinarse por la duración, en donde más de dos días es señal clave de las amigdalitis.
- La garganta puede sentirse más pequeña de lo habitual.
- En otros casos se sentirá un ardor recurrente en cada uno de los movimientos del sistema respiratorio o digestivo.
- En los casos más graves de amigdalitis la molestia puede llegar a apreciarse con un dolor intenso que no cesa en ningún momento del día.
Dificultad para ingerir alimentos o saliva
El dolor causado por las anginas puede llegar a ser tan intenso y recurrente que impida el paso de cualquier alimento o liquido por esta zona. Como consecuencia se tendrá una disminución notable del apetito y un exceso de saliva en la boca al no poder ingerirla.
Congestión o tos
Los mocos en la garganta, nariz o sistema respiratorio en general también pueden estar avisando la presencia de la infección en el organismo, especialmente en esta zona. Equivalentemente puede venir acompañado por tos frecuente. Quizás las amígdalas no se vean afectadas directamente con algún síntomas pero ante la presencia de mucosidad lo mejor es acudir al médico para que dé el diagnostico correspondiente.
Malestar general
El cuerpo puede dar señales precisas de que hay una infección a través de distintos padecimiento que comúnmente vienen en conjunto.
Entre ellos se tiene el cansancio, la sudoración o la fiebre, entre otros; por lo que hay que acudir al médico para determinar si se está bajo la presencia de los síntomas de una amigdalitis.
Pus en la garganta
Es fundamental que ante la aparición de secreciones en la zona en la garganta o sus alrededores se tenga presente la aparición de las anginas como una posible causa de este síntoma.
Incluso pueden llegarse a apreciar protuberancia llenas de pus a cada lado de los ganglios inflamados, las cuales al reventarse pueden ser bastante dolorosas.
Amigdalitis en niños
La amigdalitis suele ser un padecimiento muy común, sobre todo en los niños más pequeños. Esto es debido a que su cuerpo está en contante adaptación, por lo que es más fácil que este expuesto a virus y a bacteria.
En pocas palabras, el organismo está aprendiendo a reaccionar a diferentes enfermedades e infecciones, entre ellas las anginas.
Las edades que más se deben tomar en cuenta es el periodo correspondiente entre los 3 y 8 años de edad, en donde la enfermedad se presenta continuamente.
Es por ello que los padres o representantes deben estar muy atentos ante la aparición de los síntomas. Los niños suelen ser bastante expresivos ante cualquier molestia que pueda asociarse con el padecimiento.
El lado positivo es que existen muchos tratamientos para el aliviar la enfermedad en los infantes. Siendo, en la mayoría de los casos, muy fáciles de erradicar del organismo en un breve periodo de tiempo.
Estos remedios varían entre los analgésicos y antiinflamatorios, para el caso de los virus. También están los antibióticos para las bacterias o para los casos de mayor gravedad.
En los pequeños la hidratación y el reposo serán de vital importancia ya que el cuerpo necesita reponer fuerzas para la lucha en contra de la enfermedad. También la alimentación será primordial, debido a que ellos son más delicados que los adultos, por lo que es bueno que la ingesta sea de comidas tibias fáciles de digerir.
Todo esto será determinado por un médico, por ello ante el primer síntoma es importante incluir su intervención.
Pero lo principal es el cumplimiento del tratamiento, durante el tiempo y bajo las indicaciones, que el especialista haya determinado.
En este caso los padres o representantes tienen el papel más importante ya que son los responsables directos de que el mismo se cumpla.
Para el caso de que se quiera evitar las anginas en los niños es bastante complicado, debido a que constantemente están expuestos a los virus y bacterias que se encuentran en el ambiente, los cuales entran con mucha facilidad al organismo. Lo que sí se puede hacer es procurar que el infante tenga una alimentación adecuada durante las diferentes etapas de su vida, lo que hará de la lucha una tarea mucho más sencillo para su cuerpo.
Equivalentemente se puede procurar que el pequeño beba el agua suficiente a lo largo de su rutina cotidiana para fortalecer las defensas. Y finalmente mantener una higiene apropiada es básico para evitar lo más posible el estorbo de agentes extraños.
¿Es contagiosa la amigdalitis?
Tanto para la amigdalitis viral como para la bacteriana se debe saber que ambas son contagiosas. Su principal vía de contagio es la oral ya que son microorganismo que se transportan por medio del aire y que pueden entrar a la cavidad bucal en cualquier ocasión.
Si el organismo no está lo suficientemente preparado para la entrada de los agentes dañinos puede llegar a presentarse un caso de amigdalitis. Por ello hay que estar precavido sobre las formas más comunes de contagio entre las que están:
La tos
Es importante que al momento de toser la persona que sufre de algún problema se tape la boca con algún pañuelo o voltee hacia otro lado. Esto es a manera de prevención ya que es una de las maneras más comunes de contagio para la amigdalitis.
La tos es una defensa natural del cuerpo ante las enfermedades respiratorias, es la forma en que el mismo expulsa las bacterias o virus de ciertas enfermedades. Al ser eliminados del organismo viajan por el aire en búsqueda de otro individuo en el cual introducirse.
Implementos varios
Compartir vasos, cubiertos, pañuelos o platos es una forma en la que se puede contagiar o ser contagiado de esta enfermedad. Por esta razón lo mejor es no compartir estos implementos personales con otras personas, es una forma de evitar cualquier riesgo.
Contacto directo
En el intercambio de saliva entre una persona a otra también se transportan las bacterias y virus causantes de la amigdalitis. En los besos sobre todo hay una alta probabilidad de contagio de esta enfermedad.
Falta de higiene causa inflamación en las amígdalas
El no lavarse las manos o el rostro adecuadamente también representa un riesgo en el contagio de las anginas. Al mantener una higiene adecuada ayudara a eliminar virus y bacterias que pueden generar problemas infecciosos en las amígdalas.
¿Cuánto duran las anginas?
La duración de la amigdalitis puede variar según su estado, es decir su gravedad.
Algunos casos pueden tener una duración de tres a cuatro días, pero existen otros que se prolongan con el tiempo. En este último específicamente es cuando los tratamientos se vuelven más fuertes haciendo que se considere incluso la cirugía como una solución.
Cuando las anginas son atacadas con los tratamientos adecuados de manera rápida su duración será mucho más corta. Por ello es que es fundamental ir al médico para determinar cuál es el tratamiento adecuado.
No se puede atacar el virus o la bacteria de la misma forma ya que esto lo que puede causar es que la enfermedad se prolongue por más tiempo de lo habitual.
Equivalentemente es importante señalar que los síntomas de la amigdalitis pueden llegar a desaparecer externamente, pero esto no significa que la propagación del padecimiento no siga en el interior. Por esta razón hay que seguir con los tratamientos defensivos que ayudan al organismo en la lucha contra la enfermedad.
Hay que recordar que la infección en las amígdalas no es algo que aparezca inmediatamente el virus o la bacteria se introduce en el cuerpo.
De hecho puede tardar hasta tres días en desarrollarse en el organismo, para posteriormente exteriorizar los síntomas. Por lo que hay que tomar en cuenta este tiempo después del contagio.
La idea de conocer esta enfermedad es la de poder asegurarse de que no dure más de tres días en cualquier caso. Al prolongarse por más tiempo se estaría ante casos más potentes, los cuales requieren tratamientos más específicos.
La amigdalitis es algo que al ser tan recurrente debería ser combatido por el cuerpo con mucha facilidad si se tienen las precauciones pertinentes en el caso.