Aprende todo de la amigdalitis vírica, nuestros expertos te explicarán sin pelos en la lengua qué es, sus causas, síntomas y los tratamientos más eficaces para curar la angina vírica.
¿Qué es la amigdalitis vírica?
Aprender a distinguir los tipos de inflamaciones que pueden llegar a existir en el organismo del ser humano es sumamente importante.
Hay que saber a qué se refieren los médicos cuando dan ciertos diagnósticos y como pueden ser tratados.
Sobre todo a nivel de la garganta donde los problemas de anginas son muy comunes, especialmente los casos de amigdalitis vírica.
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La inflamación en los ganglios de tipo vírico son de las más comunes a lo largo de nuestra vida, haciendo énfasis en las primeras etapas. Por esta razón, es importante señalar sus características específicas, las cuales hay que tener en cuenta desde el inicio hasta su erradicación.
Lo que se conoce de las anginas en general es que una inflamación que ocurre en las amígdalas. Esta parte del cuerpo está situada específicamente en la zona inferior de la boca, es decir en toda la entrada hacia la garganta.
Por medio de ellas pasan tanto el aire que se respira como los alimentos que se acaban de masticar.
Los problemas en esta área no son causados por los procesos respiratorios ni por los de alimentación, en realidad se deben a los microorganismos que los acompañan.
Tanto el aire como la comida contienen diferentes agentes, nocivos o no, que suelen acumularse en los ganglios por ser la entrada hacia el resto del cuerpo.
Por los agentes nocivos es que pueden llegar a existir los problemas de anginas, los cuales suelen ser dolorosos para algunas personas.
Específicamente la amigdalitis vírica, como lo dice su nombre, es la que es causada por unos microorganismos llamados virus.
Los mismos pueden ser de diferentes tipos, pero si se combaten con rapidez logran desaparecer el padecimiento en poco tiempo.
¿Cuánto duran las anginas víricas?
Al ser una enfermedad tan recurrente puede tener periodos de duración muy variados.
Lo común es que la amigdalitis vírica no se extienda por más de tres o cuatro días, pero pueden haber factores que hagan que este número varié considerablemente.
- Uno de los primeros aspectos es que la enfermedad tiene un periodo de incubación que alcanza a durar hasta diez días.
- Durante este tiempo el paciente no se percata de que las anginas se están desarrollando en su interior, ya que no posee ningún síntoma notorio.
- Otro factor determinante en la amigdalitis vírica es el tiempo de duración de la enfermedad como tal.
- El mismo puede durar en los casos más leves de dos a tres días, desapareciendo por si sola si se toman las precauciones pertinentes.
- También hay periodos de diez a quince días, en donde el paciente no recibe los cuidados y tratamientos necesarios, por lo que la enfermedad tiende a empeorar con el pasar de los días.
Tratamiento para curar la amigdalitis vírica
El tratamiento recomendado para las anginas víricas no tiene que ser tan complicado, sobre todo porque es una enfermedad muy común y fácil de eliminar en el organismo.
Lo primero y fundamental es que haya un correcto diagnóstico, mediante las pruebas pertinentes. Luego se tomaran las medidas adecuadas según lo que haya dado arrojados los estudios.
- Hidratación: La hidratación es primordial en el tratamiento de la Amigdalitis vírica. El cuerpo humano necesita por los menos 7 u 8 vasos de agua durante el día, en los periodos en los que la enfermedad se hace más notoria la medida será un poco mayor. Esto se debe a que los líquidos ayudarán a expulsar a los agentes contaminantes de manera más rápida. Otro aspecto importante es que de esta manera también se mantendrá la energía suficiente durante todo el periodo del padecimiento.
- Reposo: Otra parte del tratamiento de los ganglios inflamados es el reposo. Independientemente de la edad del paciente se necesita que el mismo tenga uno o dos días de verdadero descanso para que el cuerpo pueda combatir a la enfermedad. En este periodo lo mejor será alejarse de las tareas cotidianas y tener algunas horas del día completamente en la cama.
- Analgésicos: Los analgésicos serán recomendados para la amigdalitis vírica ya que su función es disminuir la inflamación de los ganglios y sobre todo para sobrellevar los síntomas generales. Fármacos como el ibuprofeno o el paracetamol combatirán los síndromes comunes que pueden aparecer debido a un resfriado o algún periodo de alergia, los causantes iniciales del padecimiento.
- Antibióticos: Los antibióticos son el último recurso utilizado en los casos de amigdalitis vírica por ello no son un tratamiento comúnmente utilizado para este tipo de enfermedad. Esto se debe a que los mismos sirven para luchar contra infecciones generadas por bacterias, no para los virus. Cuando el médico recomienda el uso de antibióticos como la penicilina es porque la enfermedad está avanzada, causando una infección a la que el cuerpo no puede enfrentarse por sí mismo.
Causas
- Adenovirus: Es un virus que ataca sobre todo a los niños pequeños ya que a medida de que va creciendo el cuerpo humano se va haciendo inmune. Su principal objetivo son las vías respiratorias por lo que también son causantes de la faringitis. Suelen propagarse mas durante los climas fríos y lluviosos.
- Enterovirus: Estos agentes nocivos pueden encontrarse en la saliva o en moco nasal. También es sencillo de conseguir en agua o comida contaminada y son muy fáciles de contagiar a otros individuos. Son los principales motivos por los que enfermedades como la amigdalitis se hacen tan comunes, sobre todo en los infantes, ya que se tramiten fácilmente por vía oral.
- Virus de la influenza y parainfluenza (gripales): De esta clasificación existen varios tipos por ejemplo los paramixovirus y se catalogan según su gravedad. Son causantes de la amigdalitis vírica porque producen infecciones repetitivas pero sin ser de mucha relevancia. Específicamente puede atacar sobre todo en los periodos de los 6 meses a los 36 meses de edad, es decir en las primeras etapas de vida del ser humano.
- Virus Epstein-Barr: Uno de los virus más comunes en todo el planeta y principal sospechosos ante la presencia de las anginas víricas. Suele atacar sobre todo en edades adultas, es decir después de los 20 años, aunque los niños no están exentos de estos. Este microorganismo puede alojarse en la garganta por largos periodos, reactivándose y causando enfermedades como la amigdalitis.
- Virus del herpes simple: Este virus es mayormente conocido por causar enfermedades como el herpes labial, pero si se aloja en las amígdalas puede ser causante de anginas. Su trasmisión es por vía oral aunque también puede llegar a afectar de manera sexual, en los casos de VHS-2. Por esta razón su propagación, desde la boca a otras zonas, es muy fácil dentro del organismo llegando a afectar incluso a la faringe si no es tratado a tiempo.
Síntomas de las anginas víricas
- Va empeorando: Una de las características fundamentales de los síntomas de amigdalitis vírica es que la misma va empeorando conforme pasando el tiempo. Esto se debe a que los virus poco a poco van afectando a más zonas del cuerpo humano, sobre todo si no se está bajo el tratamiento pertinente.
- Inflamación y enrojecimiento de los ganglios: Precisamente las anginas afectan principalmente a la zona de las amígdalas, es por ello que es muy común observar cambios notables en ellas. Los primero es el enrojecimiento de la zona, para luego continuar con su inflamación. El crecimiento del área podrá notarse interiormente, aunque cuando la enfermedad está avanzada también puede verse de manera externa.
- Dolor de garganta: Debido al crecimiento de los ganglios la garganta en general se verá afectada. Los virus atacarán la entrada al organismo es por ello que todo lo que pase por esta área generará algún tipo de dolor, incluso la saliva.
- Ojos Rojos: A medida que la enfermedad va avanzando se pueden observar síntomas que serían más característicos de un resfriado común. Los ojos rojos es uno de ellos ya que los mismos pueden derivar incluso en una conjuntivitis. Es una de las maneras que tiene el cuerpo de expresar externamente la dificultad por la que está pasando.
- Tos y mucosidad: También es un síntoma de la gripe que puede darse durante los periodos de amigdalitis vírica. El organismo usa como método de defensa la tos para expulsar a los microorganismo indeseados, por ello es muy común que la tos pueda observarse durante procesos de anginas.
- Fiebre: La fiebre que da durante las anginas víricas no debe sobrepasar los 39 grados centígrados, de ser así se estaría enfrentando a otro proceso más grave. Es importante monitorear la fiebre para saber el tipo de infección a la que se está combatiendo.
Amigdalitis vírica en Niños
Los niños son los que más comúnmente se ven afectados por la amigdalitis vírica. Esto se debe a que no tienen las defensas necesarias o completamente desarrolladas para enfrentarse a los virus que la causan.
De hecho puede repetirse varias veces durante sus primeros años de vida, mientras el cuerpo se va haciendo inmune a los microorganismos nocivos.
Los virus como Adenovirus o Enterovirus buscan establecerse en el cuerpo de los infantes. Pueden instalarse de tal manera de que sean prácticamente indetectables, al menos que se hagan estudios específicos.
Entre los 6 meses y los 4 años de edad, es la etapa crucial para aprender a defenderse de los mismos.
Por más de que la enfermedad ataque constantemente a los pequeños no debería representar un gran problema para ellos.
Las personas encargadas de los mismos (padres representantes o cuidadores) deben estar precavidos ante los brotes de amigdalitis vírica en las áreas de convivencia de los pequeños.
Por más perseverante que sean los brotes de las anginas víricas se debe mantener informado al pediatra de su aparición.
El mismo determinará los exámenes pertinentes y la forma de actuar, sobre todo cuando los síntomas se hacen insoportables para los pequeños. En estos casos los fármacos como los analgésicos se hacen de vital importancia para que el malestar se sienta en menor medida.
Los niños pueden experimentar bajones de energía durante el tiempo que dure la amigdalitis vírica por lo que es fundamental que tengan el debido reposo.
Igualmente su alimentación debe mantenerse equilibrada e incluir alimentos fáciles de digerir para evitar los dolores causados por la inflamación en los ganglios.
La amigdalitis vírica no debería ser una enfermedad de la cual preocuparse profundamente, pero tampoco hay que dejar de prestarle atención, vigilando que los síntomas no empeoren con el paso de los días.
Contagio
La amigdalitis vírica es el tipo de angina con más posibilidades de contagio en poco tiempo.
Esto se debe a que los diferentes virus que la causan viajan fácilmente por el ambiente, siendo transmitidos de un ser humano a otro. Igualmente se debe a que la enfermedad tiene un periodo de reposo determinado y que durante el mismo no es detectada pero si puede ser contagiada a otros individuos.
La forma en la que se contagia habitualmente es por medio del contacto directo entre las personas infectadas.
Este contacto puede darse por medio del aire o incluso por las manos contaminadas por algún estornudo o por la tos. Igualmente puede darse por los líquidos, al beber del mismo vaso que otra persona que tenga la enfermedad.
Anteriormente se mencionó que algunos virus viajan a través de la saliva por lo que los besos o acercamientos pueden ayudar a producir el contagio. De hecho el contacto sexual también puede ayudar a su propagación, sobre todo en los casos de herpes.
Para evitar todas las fuentes de contagio lo mejor es tomar precauciones pertinentes manteniendo una higiene adecuada.
También es importante que los pacientes que la pasean se mantengan alejados de otras personas para evitar su propagación.
Durante los climas frías o las estaciones lluviosas es muy fácil varios casos de Amigdalitis vírica, por ello hay que estar bien cubiertos ante esta situación.