Descubre de la mano de los mejores expertos en medicina qué es la amigdalitis pultácea, sus síntomas, causas y tratamientos eficaces ☝, vamos!
¿Qué es la amigdalitis pultácea o angina pultácea?
La amigdalitis pultácea es uno de los tantos tipos de esta enfermedad que existen y que presenta síntomas muy específicos por los cuales se caracteriza.
Lo principal es saber que es una inflamación de los ganglios ocasionada principalmente por un proceso infeccioso.
Una de las características principales de las anginas pultácea es que las amígdalas se ven rodeadas por placas de un color blanquecino o transparente.
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El color también puede variar entre el amarillo o el gris, dependiendo de cada paciente y sobre todo de la gravedad en la que se encuentre.
La presencia de las mismas puede distinguirse tanto en los ganglios de lado y lado como en sus alrededores.
Las amígdalas o los ganglios linfáticos son unas protuberancias que se encuentran justo en la entrada de la garganta.
Son uno de los protectores principales del sistema respiratorio ya que bloquean el paso de distintos agentes nocivos para la salud.
La acumulación de los microorganismos dañinos puede generar la aparición las vejigas o pus y por ende estar bajo la presencia de una amigdalitis pultácea.
De hecho su desarrollo es bastante rápido y brusco, por lo que pueden ser fácilmente detectadas.
Esta enfermedad es simplemente uno de los tipos de amigdalitis existente, por lo que también tendrá elementos en común con las otras variantes.
Entre ellos se encuentra el enrojecimiento en la zona y sobre todo la hinchazón.
También pueden observarse otros síntomas menos comunes pero que son característicos de este padecimiento en general.
En los estados más graves de amigdalitis pultácea, el aspecto blanquecino puede llegar a lucir como una capa de pus que recubre toda zona.
Comenzando principalmente por las criptas de los ganglios y culminando por toda la superficie linfática. En estos casos, el tratamiento propuesto por el médico será mucho más intenso para contrarrestarla más fácilmente.
¿Cuánto dura la amigdalitis pultácea?
La duración de la Amigdalitis pultácea dependerá de sus causas y, sobre todo, de su tratamiento. Al ser detectada y tratada a tiempo puede expandirse por unos dos o tres días, en lo que se tardan en desaparecer las placas blanquecinas.
El problema existe cuando no se hace un tratamiento adecuado al tipo de enfermedad.
En estos casos puede expandirse durante 10 días, causando diferentes síntomas según la condición del paciente. Igualmente puede irse transformando en enfermedades más graves que afecten el resto del sistema respiratorio.
Al igual que con otros casos de anginas, es importante recordar que hay que completar los tratamientos, aunque ya no se sientan síntomas.
De lo contrario, la enfermedad puede mantenerse oculta ocasionando su reaparición repentina.
En estos casos, su duración puede variar en periodos de tiempo mucho más extensos, ya que no se hizo el tratamiento correcto.
Estos periodos pueden ser de hasta meses, en donde el padecimiento desaparece externamente pero se mantiene en el interior del organismo.
La idea es que las placas blancas, amarilla o grises, por las se caracteriza la Amigdalitis pultácea, sean eliminadas en 24 horas o un poco más.
Luego se procederá a la limpieza de los virus y bacterias, dependiendo de su causa, lo que puede durar 72 horas o más, en los casos más graves.
Tratamiento de la amigdalitis tipo pultácea
El tratamiento para la Amigdalitis pultácea varía según la edad del paciente y sobre todo por el diagnóstico.
Es por ello que es importante asistir al médico al detectar las vejigas en el interior de la cavidad bucal.
La idea es atacar los microorganismos como recomiende el especialista y evitar la automedicación que pueda generar más problemas en el futuro.
En caso de virus leve
Para el caso de los virus los médicos recomiendan un tratamiento basado en la disminución de los síntomas como la mucosidad o el malestar general. En estos casos se utilizan el paracetamol y el ibuprofeno para lograr un alivio en el organismo. Igualmente se recomienda la ingesta pronunciada de líquidos, de esta forma se evita la deshidratación del paciente, sobre todo en los casos de fiebre.
En los casos más graves
En los casos donde la inflamación de los ganglios y el pus sean causados por bacterias el tratamiento será a base de antibióticos.
Aunque también estos se usan en caso de virus pero cuando la enfermedad está mucho más avanzada y el organismo necesita de un mayor esfuerzo para combatirla.
El más usado es la penicilina, cuya ingesta se prolongará por unos 7 u 8 días, dependiendo de la evolución de la infección.
Otro fármaco muy usado es la amoxicilina que se usará por 7 días cada 8 horas, en el caso de los niños. Para los adultos la dosis será más elevada pero el tratamiento durará el mismo tiempo.
Existen pacientes que pueden resultar alérgicos a cualquiera de los dos antibióticos mencionados anteriormente.
En esto casos, se prescribe un tratamiento a base de Eritromicina, claritromicina o azitromicina. Algunos serán ingeridos cada 6 horas por 7 días y otra cada 12 horas por 5 días, esto variará según su intensidad y lo decidirá el médico tratante.
Causas
La proliferación de microorganismos dañinos es la causa principal de las anginas pultácea. Estos agentes buscan la entrada al cuerpo por esta vía y al no poder conseguirlo se acumulan en las amígdalas ocasionando la aparición de la enfermedad. Los mismos ocasionan que haya una disminución en la defensas lo que tiene como consecuencia cada uno de los síntomas por lo que reconocida la enfermedad.
Los ganglios linfáticos desempeñan la labor de defender al cuerpo humano de la entrada de cualquier agente infeccioso. El detalle es que cuando los microorganismos superan en número a las defensas se le hace imposible evitar la amenaza concretamente. Es allí donde que la enfermedad tiene su aparición y debe ser tratada inmediatamente.
De tipo bacteriana
Las bacterias también son agentes nocivos capaces de afectar al organismo en general y son los principales causantes de las infecciones en la amigdalitis pultácea.
Descubre más información de la amigdalitis bacteriana si es preciso en el link anterior.
En este caso pueden provenir de la piel, la orofaringe y hasta de las vías respiratorias.
Cuando se acumulan este tipo de microorganismo en específico es cuando el médico considera un tratamiento a base de antibióticos.
Además de que cuando se trata de anginas de esta magnitud se pueden generar infecciones más graves como consecuencia de las placas que se han formado en la entrada de la garganta.
De tipo viral
Cuando las anginas pultáceas son de tipo viral significa que su causante principal fue algún virus que entró de modo masivo al organismo. En estos casos puede deberse a algún resfriado o gripe común, el cual busca afectar las vías respiratorias en general. Los cambios de temperatura también pueden ser causantes de su aparición y esparcimiento.
Para estos casos el cuerpo tiene una defensa bastante eficaz, la parte molesta son los síntomas que se pueden generar. Para ello el médico recetará algunos medicamentos para disminuir los síntomas generales y darle descanso al organismo.
Síntomas de la amigdalitis pultácea
Hay algunos síntomas de la amigdalitis pultácea que son determinantes para establecer la aparición de un cuadro de amigdalitis pultácea.
El determinar el tipo de enfermedad ayudará a que el especialista pueda dar un tratamiento mucho más eficaz contra las bacterias o virus que estén afectando.
- Manchas blanquecinas: Este es el principal síntoma de las anginas pultáceo, de hecho gracias a ellas es que lleva su nombre. Hay que observar muy bien la entrada de la garganta ya que en este lugar es que suele aparecer el pus que generado por esta infección. Normalmente se ven de un color blanco transparente, pero hay pacientes en el que se pueden observar otros matices como el amarillo o el gris.
- Enrojecimiento e inflamación: La Amigdalitis en cualquiera de sus tipos se identifica fácilmente por el enrojecimiento e inflamación de los ganglios linfáticos. La molestia llega a tal punto de que al paciente se la hace complicado tragar alimentos, líquidos o hasta saliva.
- Fiebre y dolores de cabeza: A medida que la enfermedad se va prolongando se pueden presentar otros tipos de síntomas como la fiebre. En estos casos es cuando hay que prestar más atención ya que la infección se está haciendo evidente. Igualmente por la zona que está afectada los dolores de cabeza también serán repetitivos, a tal punto de dar la impresión de que no desaparecen.
- Cambios en la voz y dolor en la garganta: Precisamente los ganglios linfáticos se encuentra ubicados en la parte posterior de la garganta y debido a la inflamación se puede generar un intenso o prolongado dolor. La voz también puede verse alterada debido a la infección.
- Malestar general: Los dolores en el resto del cuerpo, el cansancio prolongado o incluso los escalofríos también pueden ser indicadores de la amigdalitis pultácea. En algunos casos también se podrán observar síntomas como la tos debido a que el cuerpo está buscando expulsar los agentes nocivos.
¿Es normal la amigdalitis pultácea sin fiebre?
La amigdalitis pultácea, como se ha mencionado anteriormente, puede generar diversos síntomas que varían en según la situación del paciente.
El más común de todos son las manchas o pus que se generan en las paredes posteriores a la garganta, por lo que esto determina su diagnóstico y tratamiento.
La fiebre también es muy común en este tipo de casos, sobre todo ante la presencia de infecciones en los ganglios.
Las manchas aparecen por las infecciones y tienen como consecuencia inmediata la fiebre como una forma de alerta.
A pesar de esto pueden presentarse casos en los que no haya la aparición de este síntoma.
Es normal conseguir pacientes a los que no les haya dado fiebre pero tengan un diagnóstico de amigdalitis pultácea.
En estos casos particulares hay que tener una mayor precaución debido a que puede que el cuerpo no esté reaccionando adecuadamente ante la aparición de la infección.
Por lo que la enfermedad se encuentra arraigada en el interior del organismo.
Es por este motivo que hay que mantener en observación a la persona que posea el padecimiento y asistir al médico enseguida aparezcan las manchas en los ganglios.
Es importante sobre todo seguir las indicaciones del especialista para que evitar sorpresas por parte de la enfermedad.
Amigdalitis pultácea En niños
La amigdalitis pultácea es una de las que más aparecen en los menores de quince años.
Esto es debido a que en las edades tempranas los niños tienden a meterse innumerables objetos a la boca, por lo que es fácil que agentes infecciosos entren al organismo por esta vía.
Los especialistas consideran que los niños se contagian ya que el ambiente en donde se desarrollan con otros de su misma edad tiende a estar contaminado de las bacterias y virus.
Lo que hace que la propagación sea contante y se repita la infección de forma seguida en ellos.
Los niños también tienden a quejarse en muy poco tiempo de las placas por las que se caracteriza esta enfermedad.
Esto es debido a que las molestias que las mismas ocasionan suelen afectarlos en gran medida, ocasionándoles perseverante dolor lo que imposibilita la degustación de sus alimentos cotidianos.
Antes las quejas del pequeño los padres deben estar sumamente atentos ya que las manchas blancas son fáciles de identificar si se observa con detenimiento la zona.
Ante la aparición de este primer síntoma lo mejor es acudir al pediatra para realizar comenzar con el tratamiento correspondiente.
Una de las formas en que los padres y representante pueden evitar la propagación de la enfermedad es mediante el cuidado que se les preste a los pequeños.
Comenzando por los primeros meses de vida en donde hay que estar atento de que los objetos que el pequeño se lleve a la boca estén completamente descontaminados de bacterias o virus nocivos para su salud.
De igual manera, ante la aparición de la enfermedad, es importante el seguimiento de la medicación correspondiente por la cantidad de días que el médico considere adecuados. Además de que es fundamental que la alimentación del niño sea equilibrada, ofreciéndole comidas que no le generen tanto dolor al tragar.
Es Contagiosa la angina pultácea?
Las anginas pultáceas son una enfermedad que puede llegar a ser contagiosa en gran medida. Esto es debido a que los virus y bacterias viajan en el ambiente deteniéndose muchas veces en los objetos de uso cotidiano.
Para los niños el riesgo es mayor porque su cuerpo no está preparado para defenderse como es debido. En los adultos el contagio será con menos frecuencia pero igual hay que ser precavido.
Para prevenir la aparición de este tipo de amigdalitis hay que tomar en cuenta la higiene personal y de los espacios en donde se conviven con otras personas, sobre todo si se comparte con individuos que ya la tengan. Al ser una enfermedad contagiosa hay que evitar compartir platos, toallas, pañuelos o cubiertos para evitar que la enfermedad se expanda con mayor rapidez.
Puede que el contagio no sea exactamente de amigdalitis pultácea pero puede ocurrir que sea de cualquier otro tipo, según el virus o la bacteria que haya entrado y la reacción del organismo.
El riesgo de contraer la enfermedad es aún mayor cuando la persona tiene las defensas de su cuerpo en un estado bajo, en ese caso hay que tomar en cuenta ciertos factores para evitar contraer la enfermedad.
Cualquier duda que tengas sobre las causas, síntomas o tratamientos de la amigdalitis o angina pultácea puedes consultarlo aquí abajo 😉